Alexis, una chica amable, independiente e insegura de Nueva York vive una vida sin apenas complicaciones en una cariñosa familia. Hasta que, por causas del destino, su padre biológico la saca de su vida para llevarla a Florida. Ella solo piensa en volver a casa al cumplir la mayoría de edad tras el verano, pero en su vida aparecerá Christian, un chico agresivo, frío, desconfiado, arrogante y creído, con un pasado oscuro en el que no tuvo amor ni cariño. ¿Qué pasará cuando el destino los una? Si él la necesita para no autodestruirse y ella le necesita para no hundirse... Si entre los dos aparece el deseo, la necesidad y el amor... Si los dos tienen miedo de que el otro se aleje... ¿qué ocurrirá si se separan? Fácil, el destino los vuelve a juntar. Porque lo que el destino une, el ser humano no lo destruye.
Es una historia preciosa, engancha bastante y si lo empiezas a leer, no querrás llegar al final. A mí me pasó, es más, me dio hasta pena cuando llegué a la última página. Léelo, lo recomiendo, para mí es uno de mis favoritos, a ver si sientes lo mismo que yo sentí mientras lo leía.
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